¿Alguna vez os habéis sentido estancados?, ¿Sin rumbo?, ¿ Cómo si vuestros pies estuviesen anclados y no os dejasen avanzar?. Es exactamente como me siento en este momento. Y es que no sé si no quiero, no puedo o no sé cómo avanzar,como ganarle la batalla al tiempo.
Intento caminar con unos pies que ya no me llevan. Están anclados en algún lugar donde me encontré con la felicidad, donde saludé a la locura y me emborraché con la luna. Mi cabeza sigue escondida en algún rincón de ti, de tu misterio,de tú magia. Y mí corazón, mi corazón está enterrado en aquella playa en la que nunca me besaste,pero siempre quise que lo hicieras.
¿Sabéis?, nunca fui de esas que se dan cuenta de lo que tienen cuando lo pierden,siempre sé el valor de lo que tengo. Sin embargo, soy incapaz de hacer algo por conservarlo,soy así de complicada, o de gilipollas, libre criterio.
Tampoco creí nunca en el tiempo,aquel que dijo que el tiempo todo lo cura,debía de tener vodka en la sangre y locura,mucha locura, solo así me explico que pudiese afirmar tal cosa. Y es que sé por experiencia que el tiempo ni cura ni olvida. Como mucho puedes asumir o aceptar que aquello pasó o que se fue.
¿Acaso cuándo se repite una situación dolorosa en tú vida que hacía tiempo que no ocurría te duele menos?,¿está curado u olvidado ?. Pues claro que no lo está. ¿O cuándo has querido a alguien, pasa el tiempo, y os volvéis a encontrar, te resulta todo indiferente? Pues claro que no,el nudo y los nervios siguen ahí, como mucho, has asumido que esa persona no es para ti o has aceptado que fue algo que pasó . Pero ni mucho menos está todo curado u olvidado. Que mentira más grande esa del tiempo.
El tiempo solo es un buen amigo de la distancia y del dolor,te aleja de todo aquello que tuviste o que perdiste,pero no sana la herida o borra la huella que aquello dejó en ti. La única manera de continuar es enfrentándote al tiempo.
